Por:Sandra Muñoz Marin
Realmente, el ayer
marca nuestra existencia.
Realmente el ayer
está atado a nuestro día a día
como un espejo
de frecuentes visiones.
Va haciéndose un espacio
en nuestro interior
como constantes palpitares
que dejan un cúmulo
de significados sin palabras,
pero con el reflejo
de los hechos,
que van marcando
nuestro completo vivir.
Se va evidenciando
en nosotros,
esas huellas del ayer...
En todo lo que somos hoy!
Es un rótulo definitivo
del que no podemos deshacernos!
Por ésta razón,
el ayer
marca nuestra existencia.
Realmente el ayer
está atado a nuestro día a día
como un espejo
de frecuentes visiones.
Va haciéndose un espacio
en nuestro interior
como constantes palpitares
que dejan un cúmulo
de significados sin palabras,
pero con el reflejo
de los hechos,
que van marcando
nuestro completo vivir.
Se va evidenciando
en nosotros,
esas huellas del ayer...
En todo lo que somos hoy!
Es un rótulo definitivo
del que no podemos deshacernos!
Por ésta razón,
el ayer
que apenas trata de empezar,
es decir,
el día de hoy...
que mañana será ayer,
debemos hacerlo definitivamente,
lo mas hermosamente
posible!
para que en un mañana,
al volver nuestra mirada
a los recuerdos del ayer...
veamos reflejado
en nuestro espejo del alma...
Un sano recuerdo,
que nos sirva de base,
para un presente maravilloso!
es decir,
el día de hoy...
que mañana será ayer,
debemos hacerlo definitivamente,
lo mas hermosamente
posible!
para que en un mañana,
al volver nuestra mirada
a los recuerdos del ayer...
veamos reflejado
en nuestro espejo del alma...
Un sano recuerdo,
que nos sirva de base,
para un presente maravilloso!
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